¿Cómo introducir correctamente las fórmulas infantiles?

La leche materna es el mejor alimento para los lactantes y debe ser la opción preferida por su contribución con la salud y con una nutrición que estimula el crecimiento y el desarrollo saludable del niño. Tan es así, que la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y continuarla por el mayor tiempo posible después de la introducción de alimentos complementarios.

La lactancia materna brinda beneficios para el recién nacido y para la madre. Además de ofrecer una nutrición completa y ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, la lactancia materna colabora con la generación de un vínculo emocional profundo entre la madre y el bebé debido al contacto físico y cercanía durante las tomas.

Por sus beneficios nutricionales, inmunológicos y para el desarrollo infantil, nada puede superar a las cualidades protectoras de la leche materna, pero en los casos en los que la lactancia materna no es posible, o por algún motivo resulta insuficiente y el médico pediatra así lo indica, lo ideal es incorporar o suplementar con las llamadas fórmulas infantiles.

Cuando el bebé se alimenta con leche materna y se introduce la leche en fórmula, estamos hablando de lactancia mixta. Este tipo de lactancia presenta varios beneficios tanto para el lactante como para su madre. Las fórmulas infantiles contienen vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, nucleótidos, probióticos y prebióticos adecuados para acompañar el crecimiento de los más pequeños; sumado a los nutrientes que la leche materna tiene, alimentación saludable asegurada. En cuanto a las mamás, la lactancia mixta permite mayor tiempo de descanso entre toma y toma, colabora con la vuelta al trabajo y permite un mayor nivel de “independencia”. Además, permite que otras personas de la familia puedan disfrutar del momento de alimentar al bebé.

Cuando se desea una lactancia mixta, introducir la fórmula en la alimentación del bebé debe ser un proceso gradual y cuidadosamente supervisado. Si se hace de forma correcta, puede ser una excelente opción para complementar la leche materna, asegurando que el bebé reciba la nutrición que necesita para su crecimiento y desarrollo.

Ahora bien, cuando llega el momento de introducir la fórmula muchas familias pueden tener dudas sobre cómo hacerlo. Por ello, te compartimos un paso a paso para que te sientas acompañada en este importante momento de tu bebé. Tomá nota y recordá consultar con el pediatra para que sea parte él también del proceso.

Paso a paso

Consultar al pediatra. Tomada la decisión de iniciar una lactancia mixta, cualquiera sea el motivo, es importante en primera instancia la visita al médico para que acompañe a la familia y al lactante. Será él quien podrá recomendar o sugerir, por ejemplo, el tipo de fórmula adecuada según las necesidades del bebé. Además, explicará a la familia cómo introducir las fórmulas infantiles de manera paulatina y correcta para asegurar que el lactante no la rechace y su alimentación sea lo más saludable posible.

Elegir la fórmula adecuada. Luego, junto con la opinión del especialista, la familia deberá elegir una fórmula adecuada el bebé. Más allá de las diferentes marcas y tipos de leches, lo primero que debemos prestar atención es a la edad para las que están formuladas.

Preparar la fórmula. Siempre siguiendo las indicaciones del fabricante para usar las proporciones de agua y polvo correctas. Importante: usar las cantidades indicadas y agua potable, previamente hervida y enfriada preferentemente.

Introducir gradualmente la fórmula. Cuando se trata de lactancia mixta lo ideal es introducir la fórmula gradualmente para evitar malestares digestivos. Para ello, los especialistas recomiendan incorporar al principio una toma al día durante los primeros días (esto dependerá de cada bebé), para luego ir incorporando otras tomas más. Otra alternativa es mezclar ambas leches en una misma toma.

Observar la reacción del lactante. Para asegurarte que la introducción de la fórmula sea exitosa, es necesario prestar especial atención a cómo reacciona el bebé los primeros días. Ante cualquier inquietud se debe visitar al médico tratante, quien acompañará el proceso y guiará a la familia en la transición.