El agua es esencial para el desarrollo físico y cerebral, pero en los primeros dos años de vida, su administración requiere especial atención. ¿Cuándo deben empezar a tomar agua los bebés? ¿Cuánta es suficiente? ¿Y qué pasa si no quieren? En este artículo, respondemos todas tus dudas con información clara y actualizada.
- Del nacimiento hasta los 6 meses: solo leche, nada de agua
Durante los primeros 6 meses, la leche materna o de fórmula es suficiente para cubrir todas las necesidades de hidratación, incluso en días calurosos. El sistema renal del bebé todavía no está listo para procesar agua extra.
No se debe ofrecer agua, infusiones ni jugos en esta etapa. Hacerlo puede alterar el equilibrio de sodio en su organismo.
2. De los 6 a los 12 meses: agua, sí, pero en pequeñas cantidades
Con el inicio de la alimentación complementaria (idealmente alrededor de los 6 meses), se puede empezar a ofrecer agua en cantidades pequeñas:
- 2 a 4 cucharaditas al principio (10-30 ml)
- Progresivamente hasta media taza (125 ml) al día
- Usar un vasito o taza es una excelente oportunidad para fomentar el hábito y la autonomía.
3. De 1 a 2 años: el agua como bebida principal
A partir del año, el requerimiento hídrico aumenta. Como referencia:
- Se recomienda entre 600 y 800 ml de agua pura al día, más la que ingieren por leche, frutas y papillas.
- En días de calor o si están muy activos, puede ser más.
- Evitar el uso de jugos (incluso naturales) y bebidas azucaradas es clave para no desplazar el consumo de agua.
4. ¿Y si no quieren tomar agua? Tips que ayudan
- Ofrecer agua a lo largo del día, aunque no la pidan.
- Usar vasitos coloridos o de animales.
- Dales el ejemplo: que vean a los adultos tomar agua.
- No insistir si rechazan: ofrecer más adelante sin dramatizar.
Incorporar el agua desde el inicio, con respeto al desarrollo del bebé, favorece una hidratación saludable a largo plazo. Menos es más: sin edulcorantes, sin presión, sin interferencias.