Leches medicamentosas: cuándo y cómo introducirlas

La llegada al mundo de un bebé es un momento muy importante en la vida de cualquier familia. Primerizos y padres ya experimentados, todos se encontrarán interpelados por miedos, inseguridades, consultas y emociones varias. Mucho más cuando nuestro bebé necesita de algún cuidado en particular por alguna condición médica. Así no sea nada grave, surgen dudas sobre cómo acompañar al bebé. Esto ocurre habitualmente cuando un recién nacido recibe la indicación de tomar leche medicamentosa.

Las leches medicamentosas son alimentos desarrollados para propósitos médicos. Constituyen una alimentación especial que permite satisfacer total o parcialmente las necesidades alimenticias de lactantes cuya capacidad para ingerir, digerir, absorber, metabolizar o excretar determinados nutrientes de los alimentos o metabolitos es limitada, deficiente o está alterada. También pueden ser empleadas en lactantes que poseen necesidades nutricionales especiales que derivan de algún trastorno o enfermedad que hace que requieran un manejo nutricional específico.

A diferencia de las fórmulas infantiles, las leches medicamentosas tienen como finalidad el tratamiento de una afección. De hecho, su uso, limitado en la mayoría de los casos hasta los 12 meses de vida, permite en muchos de los escenarios revertir el trastorno o enfermedad que llevó a requerir el uso de una leche medicamentosa. Las mismas son prescritas por el médico pediatra generalmente en situaciones específicas. Es el médico pediatra quien evaluará las necesidades del lactante y determinará la mejor opción de tratamiento.

Indicación médica
Una de las principales cuestiones que salen a la luz es el temor de ofrecer al bebé la cantidad indicada y, por supuesto, el hecho de tener que introducir la mamadera, que en algunos casos supone dejar de ofrecer el pecho materno, lo cual puede ser un momento de desolación para la madre y el bebé. De allí, la importancia del acompañamiento del profesional médico para que explique con claridad los beneficios que esta leche le otorgará al bebé y cuál es la mejor manera de introducirla para garantizar una ingesta exitosa.

La fórmula medicamentosa se introduce sólo y únicamente cuando un bebé tiene necesidades especiales debido a condiciones de salud específicas, como alergias a proteínas de la leche de vaca, intolerancia a la lactosa, problemas metabólicos, o enfermedades digestivas.
¿Cómo? Siguiendo las indicaciones médicas y acudiendo a controles médicos periódicos para validar que el proceso se realice de la mejor manera posible. Dichas indicaciones contemplarán la ingesta gradual, la observación y monitoreo de las reacciones adversas y los cambios y/o ajustes necesarios conforme pase el tiempo.

Las leches medicamentosas están cubiertas al 100% por la ley N° 27305 sancionada en el año 2016. La misma establece que deben ser cubiertas en su totalidad sin límite de edad siempre que se presente una indicación médica que justifique su elección. Por su parte, la llamada “Ley de los primeros 1000 días” (Ley N°27.611) de posterior sanción, que apunta al cuidado integral de las personas gestantes y las niñas y los niños en sus primeros 3 años, es menos precisa en lo que respecta a la cobertura de las leches medicamentosas para los trastornos digestivos, pero no invalida lo establecido por la Ley N°27.305.